martes, 7 de febrero de 2017

Un texto, para empezar...

¿Yo quién soy? Sí soy.Lo soy. Solo sé que, en palabras del poeta Valerio Magrelli, cuando estoy ausente, soy lo que falta en el mundo en donde vivo, al que de entre todos, nunca encontraré. Quizá como pensaba el romano, he heredado el ambiente del crisol de los años dorados de la protesta estudiantil, de la protesta sin clases. Soy de los que abandonaron toda idea para ir buscando el camino de los caracoles. El relativismo ya no come en su teoría, invade la realidad. El ya lo dije, no vale ya para nada. Casandra perdió la vida. He de cumplir; pero poco a poco recogiendo el hilo que surcaba el laberíntico hogar del minotaurio. Hoy en día, hay muchos minotauros que batir. ¡Pobre Teseo! A estas alturas no se va a poder jubilar. ¿Y la pensión? Se la llevará Poseidón como a tantos. Y otros tantos tapándose los ojos. La culpa de todo la tiene el barquito chiquitito que no podía navegar. ¡Adiós Boudicea! A ti también te sobrepasó la legión romana. ¿La legión romana o la falange griega? Da igual pero por ahí iban los tiros. La luz clásica no siempre fue luz entre tinieblas. ¡Ay, dulce Palas! ¡Dulce Atenea! Que te quemaron por bruja. ¡Ah! ¡No! Ahora se dice bitch.