La trobada nos llevó hasta una acogedora localidad oscense llamada Campo situada entre las murallas rocosas del Pirineo, haciendo antes un parón en la muy hermosa y familiar localidad de L´Aínsa. En ella nos alojamos en su inmenso albergue rural, un edificio que me sorprendió tanto por su personal tan formal como por la calidad de sus habitaciones con baño individual y visitamos el museo del juego, un centro etnológico pionero en el que reconocimos parte de nuestro patrimonio sociológico menos citado.
El último día visitamos Graus, en donde pudimos contemplar la iglesia de los jesuitas, ahora utilizada como museo, la judería, varias casas señoriales, la basílica de
A la trobada acudieron de entre otros colegas Nacho Viñau (¿otra pocha?), Begoña Simón, Ector Castro (habrá que seguir currando por las lenguas orientales), Lorenzo ( gracias por tu conducción), Viky, Susana Gállego, Hector Azara( en Farlete ya no quedan siete), Ana Sanz, Marina Sevilla y otros a los que no olvido.