martes, 22 de diciembre de 2009

73.291

Un informe rasgado sobre el escritorio
deja caer sus folios desprendidos planeando esparcidos hacia el suelo.
Las terrazas del centro dejan ver un telón de acero entre la solana y la sombra.
En una, adolescentes bromean levantando naipes uno tras otro,
un padre lleva de la mano
la preocupación por uno de sus derechos básicos al tiempo que deshoja el Heraldo,
y una pareja se mira dándose tiempo para mirarse de nuevo.

La órbita del genérico intenta fracturar las esperanzas del ordenamiento humano
quebrando las iniciativas de los que acompañarían a Roger de Flor en su empresa
o se adentrarían en ríos de plata con Félix de Azara a la búsqueda de nuevas especies,
laureles que serían acompañados de contratos indefinidos.

A una maestra de la vida

Ayer dejé mis viejas botas
bajo la silla carcomida
y junto a las botas, una onza,
de plata, que estaba perdida.
Ayer cayeron unas gotas
sobre el asfalto, la avenida
se cubría como losa rota
y mientras hoy, todo se olvida.

Rogativa

Hablemos, bajo la rotación de un segundo plano
allí en donde ningún teodolito alcance medir en plano,
en donde tú silbabas el Fisherman´s blues
y esculpías mis inquietudes
en mármol de Ferrara y alabastro de la Ribera .
Hablaremos, bajo la traslación de un segundo
allí en donde ningún nocturlabio alcance medir un segundo,
en donde tú leías El viejo y el Mar
y dibujabas mis deseos
en tapices de Flandes y tablas zaragozanas.

7.30 a.m.

Arbitra en rústica un paso altercado,
rompe un grafito en un atril, un pizzicato .
La trifulca, un alefato que dicta
en donde crece la celulosa,
se transforma en hoja caduca
y la hoja caduca en materia orgánica.
Unas tabas pronostican
lo que un tríptico de boj deja cubrir
y por las calles, solitarias, circulan unos pocos automóviles
traspasando la ciudad frontera.