martes, 1 de marzo de 2011

La señora de Shalott

La cámara se pierde en la dirección de visión,
en la ausencia de un cuerpo
estancado en una silla de boj.
Se desenfoca...

La silla, torreón cuadrangular, sirve a su dueña
ausente en las junglas y los pantanos
que, tiempos atrás, de niña,
repoblaban los cuentos de ficción
que habitaban
en las estanterías de su compartido cuarto
descubiertos de polvo.
Se desenfoca...

Las trenzas del Cantábrico
husmean entre las vigas
del pequeño torreón
enclavado en las arenosas tierras aseadas,
dónde ya no pararán las luces del pesquero llamado
Cassaletto Spartano.