domingo, 5 de octubre de 2008

Volviendo a la hoja amarilla

Julio Llamazares se encontró de nuevo con el lugar que inspiró una de sus obras: "La lluvia Amarilla". Ainielle, un deshabitado paraiso para las hierbas que pasean por toda la localidad que juega a poblarse y despoblarse hasta que queda la noche, en silencio, sólo poblada por los insectos. La población volvió a retornar este fin de semana, aunque sólo con el sol, y junto al fotógrafo, de técnica estilográfica, que realizó años atrás una célebre foto al que puso nombre otoñal, una caída poética de la hoja que impregna todo de un pan de oro callado.
Un suspiro queda decir: en donde pisó él yo también pisé y lo que fotografió lo pude ver, sin más vi al último irse, pero no a la ciudad, y con un mitä mies me vi empezar.

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